jueves, 27 de febrero de 2014

Amor, droga y parejas

   Para mucha gente puede ser complicado de llegar a entender esto, pero creo que para algunos, el amor no se diferencia demasiado de la droga, hay que ser capaz de leer la historia de cada uno, quizá mí dependencia no comenzó hace un año como yo creo, puede que venga arrastrándola toda mi vida casi sin darme cuenta ni ser capaz de averiguar mis síntomas, quizá la haya ido disfrazando al lado de parejas que eran incluso más dependientes que yo, sintiéndome con más poder.
   A lo largo de estos años he podido distinguir entre varios tipos de parejas. Teniendo en cuenta que el tópico de que siempre hay uno que quiere y otro que se deja querer casi siempre se cumple en cierto sentido. 
1. Parejas lapa. Si comenzamos por el extremo nos encontramos con este tipo de parejas, en el que los dos están totalmente volcados y absorbidos en su propia relación, más que amor sería un tanto dependencia mutua. Se les puede distinguir porque se aíslan, ambos, sin que uno obligue a otro, se zambullen en la otra persona sin dejarle espacio ni cabida a ninguna otra faceta más. Los síntomas actualmente podrían ser que pasan horas, cuando no todo el día pegados al móvil o a la pc hablando con su pareja, sólo salen juntos, no hacen planes que no incluyan al otro, saben cada detalle de su vida  y de lo que han hecho a lo largo del día, tienen sus contraseñas de correo y de las demás cuentas electrónicas que usan, básicamente no hacen vida si no es con el otro.
2. Parejas mixtas. Este se podría decir que es mi caso. Estas parejas se componen de un miembro que se encuentra dependiente del otro, y de uno que lleva la relación con normalidad, os preguntareis ¿cómo se puede dar esto?, se puede, el no dependiente parece llevar todo el peso de la relación porque la presión por parte del otro es constante, pero el que está fuera sabe que el sentimiento de agobio interior del dependiente es casi comparable al del otro. Hay momentos de paz que pueden alargarse o acostarse según el nivel de dependencia que uno de los miembros tenga, esos períodos sin discusiones pueden ser de días, de semanas o hasta de horas, pero cuando todo está en paz es tan gratificante que a las dos personas les hace pensar que merece la pena seguir adelante.
3. Parejas en equilibrio. Que es prácticamente la meta que vamos a tratar de alcanzar.



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