miércoles, 26 de febrero de 2014

BIENVENID@S

La idea de comenzar a escribir esto fue cuando me encontraba en una etapa personal complicada, no con problemas a mí alrededor, sino difícil para mí mentalmente, a nada le encontraba sentido, todo lo bueno que pasaba por mis manos lo echaba a perder, las alegrías las convertía en sufrimientos por cualquier nimia razón, no encontraba apoyo en nadie por más atención que obtenía de todos, ni más compañía aunque me hallara rodeada de gente…
Había vaciado mí vida, yo misma, me había quedado sin personalidad, sin aficiones, sin carácter, sin autoestima, para cualquiera que me preguntara yo era casi la peor persona que había sobre la tierra, no entendía como nadie quería estar a mí lado…
Tampoco era la primera vez que esto me pasaba a lo largo de mí corta vida, así que pensé que tal vez no era yo la única que me sentía así y puede que mí experiencia pudiera servirle para salir del pozo a otras muchas gentes que se sintieran dentro de un pozo, al igual que yo en este momento... Porque lo que tendríamos en común tiene nombre y se llama DEPENDENCIA EMOCIONAL... No tengo el santo remedio para superarlo, pero si que tengo fe en el poder de la voluntad, en que cuando queremos hacer algo realidad y queremos ser alguien, no tenemos más obstáculos que los que nos ponemos nosotros mismos, sólo hay que ser consciente, porque al cambiar la palabra, se cambia el pensamiento, y con el, se realizan actos nuevos...

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola Carmen, todos pasamos alguna vez por esos momentos, me alegra ver que te hayas decidido a escribir.

    Sentarse a meditar, profundamente y reflexionar sobre uno mismo, su vida, sus circunstancias y esa sensación a veces tan inexplicable cómo lo es "quedarse sin personalidad" es aún más complicado y se necesita valor.

    Dice uno de mis autores favoritos, el fantástico Alex Rovira que "pocas cosas dan más de sí que la soledad bien aprovechada", y en cierto modo es una de las mejores formas de volver a encontrarnos con nuestro ser.

    Espero que todo vaya a mejor y éste sea un vehículo más para recuperar la calma emocional que todos (también tú) merecemos.

    Un saludo,
    Francisco M.

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