Ya no recordaba que
mí cuerpo pudiera albergar tanta tranquilidad… Y toda esta luz que vuelvo a
llevar a dentro, en gran parte, es por ti…
Ya no me acordaba de lo que era
golpear las teclas del teclado con las uñas cortas…
Ya no recordaba el santuario que era
capaz de construir en mí propio cuarto…
Ya se me había olvidado que podía
vivir sola… La grandeza de ser una mujer, de hacer cosas por mí misma, de irme
lejos sin tener que dar casi una sola explicación…
Y todo fue por ti…
Me encanta la vida que me das,
nuestra vida, fundir la gasolina para ir de una provincia a otra, buscando pura
diversión, y es que, como dicen, lo importante es el camino y para mí así fue…
Sin casi hacerte preguntas, resolviste todas mis respuestas, sé que se supone
que no debería importarme tu pasado, pero no es así, lo acepto, pero es parte
de tu vida y siempre me importará... Siempre es difícil no compararse con lo
anterior que has tenido, y en tu caso, yo siempre me veía perder, hasta el
sábado… Fueron tantas las cosas que me
dijiste, importantes para mí, no sabes cómo, pero tanto que toda la pequeñez
que sentía por dentro se borró, y me sentí orgullosa de ese hombre que iba al
volante, con sus grandezas y sus desvirtudes, con sus días extraños, sus ratos
felices, con todo, y siempre en pie, me sentí inmensamente feliz de tenerte
conmigo, y pensé que yo jamás te haría daño como te han hecho en el pasado,
nunca es nunca…
Aquella madrugada te recibí en mí
cama y me recibiste en tus brazos, he oído que dicen que un día, alguien te
dará un abrazo tan fuerte, tan fuerte, que todas tus partes rotas se juntarán…
Y eso es lo que tu hiciste conmigo…
Feria de botánica- Carlos Sadness
No hay comentarios:
Publicar un comentario