jueves, 27 de febrero de 2014

Caminante, es largo el camino

    No me dí cuenta enseguida de lo que me ocurría, al principio no sabía bien por qué me sentía tan mal cuando tenía que alejarme de ti, no entendía la raíz de esa tristeza por volver a casa, a mí casa, donde se supone que debería sentirme mejor, no parecía darme cuenta de la apatía que me embargaba, disfrazada de pereza, por salir a la calle, siempre que fuera sin ti… 


   Todo este proceso no se da de un día a otro, no te acuestas un Domingo siendo libre y empiezas la semana siendo una esclava psicológica, es algo ralentizado, que casi no se advierte ni desde fuera… Lo mío empezó pasando cada vez más tiempo a tu lado, porque mí época dorada en la universidad ya había dado a su fin  y tenía demasiado tiempo libre que preferí invertir en ti… No fue hasta casi medio año después, cuando tras analizarme detenidamente, ver como actúo a lo largo de distintas acciones, he llegado a ponerle nombre a todo este conjunto de sentimientos que conviven dentro de mí, se llama dependencia emocional.

   Pero el conocer su nombre, aún no supone nada, sino que más bien, es el principio de todo un largo camino, que puedes decidir andar, aunque haya momentos en los que no seas capaz de seguirlo y lo desandes, con todas las complicaciones que ello supone, pero del que si llegas a final, estoy segura, de que te sentirás la persona más orgullosa del mundo, porque paso a paso se hace el camino y cuando una idea abre una ventana en la mente, es imposible ignorarla y volver atrás…


1 comentario: